De histórica podríamos calificar la jornada vivida ayer en nuestro pueblo con la salida procesional de Ntra. Sra. del Rosario, tres años después de la última, en la que visitó el popular barrio de la Cuesta Colorá.
Comenzó la jornada a eso de las 11 de la mañana, hora en la que se inició el traslado de la Stma. Virgen desde la parroquia hasta el barrio. Iba la imagen sobre el paso de la Stma. Virgen de los Dolores al que se le añadieron los candelabros de guardabrisas de la carreta de la Hdad. del Rocío, dando lugar a un curioso conjunto de gran armonía.
No llevaba música pero sí el acompañamiento de numerosos fieles que rezaron el Santo Rosario durante todo el recorrido.
Comenzó la jornada a eso de las 11 de la mañana, hora en la que se inició el traslado de la Stma. Virgen desde la parroquia hasta el barrio. Iba la imagen sobre el paso de la Stma. Virgen de los Dolores al que se le añadieron los candelabros de guardabrisas de la carreta de la Hdad. del Rocío, dando lugar a un curioso conjunto de gran armonía.
No llevaba música pero sí el acompañamiento de numerosos fieles que rezaron el Santo Rosario durante todo el recorrido.
La Virgen iba extraordinariamente vestida por Leandro González y estrenaba saya y manto confeccionados por su camarera, Encarnación González.
Lo vivido en la Cuesta Colorá no tiene parangón. El barrio estaba engalanado como nunca. Una gran pancarta recibía a la Virgen y le daba la bienvenida. Una enorme "tela de araña" formada por cadenetas de flores rojas y blancas cubrían la calle al completo. Ni un solo balcón o fachada estaba sin adornar y una hilera de macetas flanqueaban el paso de la Virgen.
En el punto más alto de la calle se situó el paso y frente a éste el improvisado altar sobre el que se oficiaría la Santa Misa.
La calle fue una fiesta durante todo el día. Los vecinos estaban dispuestos a disfrutar como nunca de la visita más ilustre que jamás ha pisado este emblemático rincón de La Puebla.
Por la tarde, a las 5:30, dio comienzo la procesión de regreso de la Virgen a la parroquia en la que recorrió calles inéditas para un acto de este tipo como: Valdés Leal, Velázquez o las del barrio de La Cruz. Lo más emocionante fue con diferencia las caras de las personas mayores y enfermos que no daban crédito a lo que presenciaban sus ojos. El paso se volvía ante todos ellos haciendo derramar lágrimas de emoción que justificaron por sí solas de forma rotunda la presencia de la Virgen allí.
El trabajo de la cuadrilla de costaleros fue extraordinario, siendo mandados como siempre de forma brillante por el equipo de capataces y auxiliares que forman Manuel Jamardo, Yimi, Juan Villegas, Ñaca y Diego Sánchez.
En la parte final, habría que destacar el paso de la Virgen por la Casa - Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío en la que se unieron los sones de la Banda Municipal, que sonó de lujo, con los cantos, creando un clima mágico que conmovió a los presentes.
Finalmente, a los sones de la marcha "Encarnación Coronada", la Santísima Virgen del Rosario hacía su entrada sobre las 11 de la noche, dejando tras de sí una cantidad de imágenes y recuerdos que están ya, por derecho propio, entre las páginas más brillantes de la historia de nuestro bendito pueblo.
Desde nuestro blog, agradecemos a todos los que, con su trabajo y esfuerzo, hicieron posible un día como el de ayer. Lo único que deseamos es no tener que esperar otros tres años para volver a ver de nuevo a la Virgen del Rosario en la calle.
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